Ser mujer no es nada fácil, ¿verdad? Quizá porque el mundo no esté hecho para nosotras (demasiado tiempo liderado por hombres) o quizá sencillamente sea que debamos hacernos YA el hueco que nos merecemos en él. Pues oye, ¡aquí estamos para cambiarlo!, ¿o no?
En busca del equilibrio
Desigualdad, violencia y discriminación son tres conceptos que nos han perseguido durante décadas y que aún siguen haciéndolo. En muchas partes del mundo continúan los desequilibrios de poder y desigualdad estructural entre hombres y mujeres.
En algunos sitios las mujeres no son consideradas tan siquiera personas. Están totalmente relegadas al ámbito familiar sin ningún tipo de contacto con la sociedad, sin contar aquellos países donde las vejaciones al género femenino son constantes…
El concepto de desigualdad entre mujeres y hombres es amplísimo, implica miles de factores culturales, políticos, educacionales… ¿Pero qué pasaría si cada uno de nosotros, mujeres y hombres pusiéramos nuestro granito de arena para cambiarlo?, ¿qué pasaría si nos encontráramos en un mundo donde la mujer pudiera no sólo decidir por sí misma, sino demostrar todo el potencial que es capaz de desarrollar? ¡Cada vez estamos más cerca de conseguir ese equilibrio!
La violencia ante la mujer es un estigma que se ha ido haciendo cultural con el paso del tiempo, donde el hombre tenía que mostrar su superioridad como sinónimo de valía… ¿en serio? Pues sí, así era. Aunque nos parezca increíble hoy quedan aún resquicios culturales que debemos atajar y trabajar para que las futuras generaciones crezcan en una sociedad de equilibrio e igualdad, ¿no creéis?
El valor de la mujer
Las mujeres solo necesitamos una oportunidad para demostrar todo lo valiosas que somos. Nos encanta comunicarnos, hablar, compartir, escuchar… ¡Tenemos todas las cualidades necesarias para comernos el mundo! Ya no es extraño ver más mujeres que hombres en universidades, ni mujeres trabajadoras y madres a la vez y por qué no ¡optar por no ser madre! El poder de decisión de la mujer comienza a ser importante en muchos países y a tomarse en cuenta.
“Por supuesto que las mujeres pensamos de forma diferente a los hombres, pero las diferencias no tienen nada que ver con ser inferior o incompatibles. De hecho, el pensar como mujeres tiene una ventaja tremenda.” Hace décadas Mary Kay Ash se adelantaba a su tiempo con reflexiones como esta. Ole tú, Mary Kay Ash.
Y tú, ¿qué puedes hacer?
Aun queda mucho camino por recorrer, pero seguro que siempre te has preguntado cómo puedes ayudar a que esta lacra social que envuelve a la mujer desaparezca totalmente.
Busca formas de colaborar en tu esfera privada. Ayuda a tus amigas a entender que ciertas reacciones no son normales ni deben permitirlas de sus parejas, denuncia si conoces cualquier caso de violencia y participa siempre que puedas para cambiar las cosas.
Colabora con proyectos solidarios por y para la mujer
A su vez, la colaboración con organizaciones que desarrollan proyectos solidarios y de ayuda empresarial destinados a mujeres ¡es una forma también estupenda de ayudar! ¿Sabías que comprando un lápiz de labios estarás ayudando a la lucha contra la violencia de género? En Mary Kay, cada año contamos con un producto solidario y la compañía dona 1€ a la Fundación Integra en ayuda a mujeres víctimas de violencia de género. Gracias a este proyecto, en 4 años, 22 mujeres han conseguido encontrar un empleo para mejorar su vida.
Si quieres colaborar adquiriendo este lápiz de labios solidario, puedes ponerte en contacto con tu Consultora de Belleza Independiente de Mary Kay y si aún no la tienes, puedes encontrar tu Consultora de Belleza más cercana aquí. Y esto es solo un ejemplo, así que como ves, ¡no está tan lejos ni es tan difícil aportar tu granito de arena a esta causa!
En Mary Kay El Rosa Cambia VidasSM es el programa solidario destinado a ayudar a mujeres y niños sin recursos. La compañía apoya a mujeres sin recursos en paro con pequeños préstamos, libres de interés, para que comiencen sus propios negocios. Entre otros proyectos, Mary Kay está también comprometida a nivel global con el fin de la violencia doméstica.
Quizá hablar de que tenemos que cambiar el mundo sea demasiado presuntuoso, pero… ¡quien no intenta algo, no lo consigue seguro! Así que unámonos todos en esta lucha por conseguir ese equilibrio social para que la mujer sea tenida en cuenta porque… ¡tenemos mucho que decir!
“Siempre he sostenido que la mujer puede ser exitosa y femenina al mismo tiempo. Nuestra compañía se inició en aquellos años en que la mujer había perdido la fe en sus propias capacidades-o que no tenían ninguna-por lo que decidieron pensar que solamente los hombres podían ser exitosos. En realidad, estaban muy equivocadas”